Eternal Sunshine Of The Spotless Mind (Eterno resplandor de una mente sin recuerdos)

Elegí esta imagen como imagen superlativa ya que considero que condensa lo más importante de la película: como todos los recuerdos que Joel tenía comienzan a mezclarse, en el afán de querer rescatar a su amor de perderse para siempre de su mente. Es así que la transporta a ella a los recuerdos que él tiene de niño, cuando salió fuera de casa un día de lluvia. Como elementos técnicos tenemos: la doble iluminación, cálida desde el lado izquierdo, donde se encuentra sentado Joel, y fría desde el lado derecho, donde se encuentra sentada Clementine. En la imagen convergen, podría decirse, dos sentimientos encontrados en los recuerdos de Joel: por un lado la nostalgia, la dulzura de los recuerdos bonitos, por algo que se tuvo oportunidad de vivir; mezclados con la amargura de que aquellos recuerdos ya hayan quedado en el pasado, esa certeza de que este, por más que lo repitamos una y otra vez en nuestras mentes, no volverá. Por otra parte, como elemento técnico tenemos el efecto de la lluvia. El plano es general, ya que vemos a los dos personajes y también el ambiente en el que están situados; la altura de cámara es normal, al igual que la angulación. Lo interesante en este plano es que el efecto de la lluvia no es utilizado como algo extraño a la situación (podemos ver como Clementine juega con esto, utilizando un libro como paraguas improvisado) sino como algo que acompaña e enriquece en la imagen, siendo de alguna manera la transición perfecta entre este recuerdo de Joel con Clementine, y un recuerdo que el tenía de chico. Este recuerdo que sigue al de ellos en el sillón, no deja de ser un contraste perfecto y a la vez una comparación absoluta de ambas memorias: momentos simples, felices, pero inalcanzables a la vez. Borrosos por el paso del tiempo. Constantemente superpuestos entre la neblina, el eterno resplandor, de una mente sin recuerdos.

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